lunes, 16 de mayo de 2011

Once Upon an Iron Fist

Nuevamente frente a la pantalla y sin nada que decir... supongo que el documentar se convertirá en mi legado. Las imágenes son sólo para aquellos presentes, pero las palabras...¡Las palabras son vida!

Legendaria, así fue descrita, así la describo... legendaria. Mi lápida leerá "Legendaria". O eso quiero creer.

Aparte de un par de versos, no logro trascender a la inmortalidad. ¿Qué es lo que me hará ser recordada? Una vez el viento sople y lleve el último pétalo con él ¿qué soy yo? más que una pequeña huella en el espacio.

Mi historia es ordinariamente extraordinaria, mi crónica es inexistente... Y mientras más de ella hay que contar, menos vale la pena hacerlo. He vivido, no lo voy a negar, pero ¿de qué me sirve vivir, si no lo torno en épicas a lo Marco Polo o canciones de Ricardo Arjona?

Nadie es más que un grano de arena, pero todos asumimos ser piedras preciosas, ¿de qué sirve ser uno del montón y tener una crisis existencial? ¿Acaso alguien ha encontrado la receta para sobresalir? .... Trabajo duro, dicen muchos... No, no es así.

El 90% de la gente trabaja duro toda su vida, se conforma. Nace, crece, se reproduce (y sus bienes) y muere. Pero el 10%, ese 10% que sale a buscar, que se cuestiona, es criticado y con justa razón. Al final de la vida ¿Quién logró más? ¿Quién está más satisfecho?
Seré yo, Maestro?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Feed Me Back